Lluvias de las últimas semanas respaldan buenos pronósticos de las viñas para una mejor temporada a 2021
Viñas indicaron que si el invierno sigue con esta tendencia, "se podría recuperar" la cosecha de este año, la que estuvo un 20% a la baja.
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Las lluvias de las últimas semanas han supuesto un respiro para la industria vitivinícola y una sonrisa en los rostros de los productores de uva. La sequía que venía mermando las cosechas y que ha impedido la producción de vinos sea la esperada, podría cambiar para la temporada que viene.
Las cosechas han tenido un estancamiento principalmente por el escenario hídrico que aqueja al país y las heladas que parecen no terminar de impactar a las plantaciones, explicaron algunas viñas como Montes, Aresti y Veramonte. Por eso, las lluvias -que en la zona central han ayudado a disminuir el déficit, dejándolo en torno a 20% dependiendo la zona-, se espera tenga un efecto directo para la industria.
"Si el clima sigue lluvioso, creo que hay una muy buena posibilidad de que las producciones de uvas puedan volver a sus niveles normales, aunque dependeremos de otros factores también para saber cómo vendrá la temporada (...) En el corto plazo se puede predecir que vamos a tener una muy buena temporada y al parecer vamos a poder regar sin problemas. Estas lluvias ayudarán a recuperar no sólo las viñas, sino también todo el bosque nativo que nos rodea, tan importante para una producción equilibrada", dijo Aurelio Montes, jefe de enología de Viña Montes.
Y agregó que, si el invierno sigue con esta tendencia, "se podría recuperar" la cosecha de este año, la que señaló estuvo un 20% a la baja.
"Con estas buenas lluvias se podría estimar que la producción de vinos podría volver a un año normal, es decir, cercano a los 1.200 millones de litros"', comentó.
Así, las últimas precipitaciones darán inicio a la temporada de primavera con buenos contenidos de humedad de suelos, permitiendo un mejor brote de los viñedos, de forma más pareja. Además, se podría asegurar el riego para continuar con el desarrollo del viñedo, pudiendo asegurar buenos rendimiento y calidades objetivos de cada lote.
Marcelo Lorca, gerente agrícola de Viña Aresti recalcó este análisis y dijo que solo en el mes de junio Curicó acumuló 480 mm de precipitaciones, más de 230 mm que llovieron en total en toda la temporada anterior en el valle. "Es una buena y esperanzadora noticia que nos permitirá poder enfrentar en mejor forma la próxima temporada de riego, con una mayor disponibilidad de agua en la cordillera. Esperemos que los meses que quedan de invierno continúen con régimen normales, para así poder asegurar los riegos", señaló.
Así, el efecto más concreto de esto se podría ver en la vendimia de 2021, la que podría ser mejor que la de años anteriores. "Esperamos una mayor disponibilidad de agua, lo que nos hace proyectar una vendimia de buenos rendimientos, y más tranquila desde el punto de vista de el riego de los viñedos", añadió Lorca.
Sin embargo, si bien auspician una mejora para la industria, ninguno de los consultados quiere cantar victoria aún. Y es que si bien las condiciones hídricas de hoy ayudarían a tener un año relativamente normal hacia 2021, en cuanto a producción y calidad, y que la próxima temporada de cosecha sea mejor que la de este año, explican que con ello no se logra compensar del todo las pérdidas en las producciones anteriores.
"Estas lluvias, aunque no son la solución del problema, sí ayudan mucho a darnos un respiro y comenzar a recuperar las napas y glaciares que tanto han mermado en los últimos años. Vamos a necesitar varios inviernos como este para recuperar estos al 100%. Es un buen inicio de recuperación, sin embargo, no debemos bajar la guardia y seguir trabajando e invirtiendo en el uso más eficiente del agua", señaló Montes.
En tanto, José Aguirre, gerente agrícola de viñedos Veramonte agregó que "es un hecho que la vendimia será mejor que la anterior dada la intensidad y la acumulación que produjo las lluvias, pero no es el único factor que influye en obtener una temporada exitosa".
Exportación de vinos no mejora
Si bien los pronósticos para la industria en Chile muestran señales de mejorar, las exportaciones a los grandes mercados es un indicador que desde la emergencia sanitaria no mejora. En mayo, los envíos de vino embotellado se redujeron un 16,7% en volumen y un 21% en valor en comparación con el mismo mes de 2019, con 4,3 millones de cajas por un valor de US$ 115,1 millones y un precio promedio de US$ 27,1/caja (-5,2%).
Para China hubo una baja de 50%, tanto en volumen como en valor. En cantidad, se pasó de enviar 845 mil cajas, a 414 mil. Esto implicó que solo se enviara el equivalente a US$ 13,8 millones en mayo.
A su vez, el resto de los países también registran caídas en el valor de las compras en el período comparado, con la excepción de Japón que aumentó más de 85% en volumen y valor, con el envío de 684,8 mil cajas por un valor de US$ 16,7 millones, posicionándose, inusualmente, como el principal destino de las exportaciones de vino embotellado en el mes de mayo.
La situación da cuenta de los cambios que se están produciendo a raíz del efecto indirecto de la pandemia.